En los últimos años, la aromaterapia se ha hecho muy popular. Muchos hogares tienen difusores que utilizan aceites esenciales para aromatizar las habitaciones. Los aromas inducen a la paz y la tranquilidad, ya que tienen un efecto relajante. Sin embargo, pocas personas saben que los difusores de aromas pueden ser potencialmente peligrosos para los animales domésticos.
Los aceites esenciales se utilizan por su intenso aroma y su origen natural. Tienen un efecto agradable en los sentidos humanos, pero ocurre lo contrario con los animales, ya que son mucho más sensibles a los olores. Se dice que el sentido del olfato de un gato es entre 14 y 20 veces más sensible, y el de un perro entre 10.000 y 100.000 veces más.
Los difusores no son intrínsecamente malos, el problema surge cuando se utilizan determinados aceites esenciales. De hecho, ciertos tipos de esencias pueden ser perjudiciales para las mascotas. Liberan una fina niebla en el aire que se crea al combinar aceite y agua. Inhalarlos o ingerirlos puede causar graves problemas de salud a las mascotas.
Los síntomas más comunes de intoxicación incluyen apatía, vómitos, diarrea, disminución del apetito, irritación de la piel y las mucosas o de las vías respiratorias y dificultades respiratorias asociadas. Sin embargo, éstas no son las únicas amenazas. Además de estos efectos, pueden producirse quemaduras químicas si la piel entra en contacto directo con los aceites esenciales. Si su mascota presenta estos síntomas, acuda inmediatamente al veterinario.
Entre los aceites esenciales que se consideran tóxicos se encuentran los de árbol de té, eucalipto, cítricos como naranja, limón o lima, canela, clavo, menta, pino, sándalo, ylang-ylang y otros.
Si no quieres renunciar a los difusores, algunos tipos de aceites esenciales son relativamente seguros. Sin embargo, nunca deben entrar en contacto con la piel de un perro, gato u otra mascota. Algunos de los aceites recomendados son la manzanilla, la mirra, el jengibre y el incienso. Compruebe siempre que el aceite esencial es adecuado antes de utilizarlo.
Aunque los difusores puedan parecer inofensivos, en realidad pueden ser asesinos silenciosos. No es fácil ser consciente de todos los riesgos que pueden acechar a las mascotas. Sin embargo, si los detectas, debes actuar en favor de su salud.