¿Estornuda en primavera? ¿Tiene la nariz taponada y los ojos llorosos? No es usted el único. Para muchos españoles es una realidad anual. Las alergias se han convertido aquí en una enfermedad común y su número sigue aumentando. La genética, pero también el cambio climático y la contaminación atmosférica. Veamos qué es lo que más preocupa aquí y cómo combatirlo.
Las cifras son claras. Expertos de la Sociedad Española de Alergología (SEAIC) aseguran que alrededor del 30% de la población padece alergia. Somos más de 14 millones. Y advierten de que la situación va a empeorar. Dicen que podría llegar a ser la mitad de la población en 2050.
Las alergias respiratorias son las más comunes. Sobre todo por el polen. El cambio climático está haciendo que la temporada de polen sea más larga y fuerte. Y el smog de las ciudades hace que el polen sea aún más agresivo.
España es enorme y el clima varía. Por eso los alérgenos son diferentes en cada región.
El mayor enemigo es el polen. En el interior, por ejemplo en los alrededores de Madrid, el polen de gramíneas es el más molesto. Y en las ciudades, se añaden los plátanos. En el sur, en Andalucía, está claro. Domina el polen de olivo. Y en la costa mediterránea, la mala hierba conocida como hierba cana. Y en invierno, el ciprés.
Luego están los ácaros. Les gusta la humedad. Por eso son un gran problema, sobre todo en la costa atlántica, en Galicia o el País Vasco, y en Canarias. En el interior seco, estás libre de ellos. Por supuesto, en todas partes se añaden luego el moho y las alergias a los animales.
Vivir con alergias es una molestia. Vivir con alergias es un fastidio. La clave está en acudir a un alergólogo. Te hará pruebas cutáneas o sanguíneas y sabrás enseguida a qué atenerte.
Claro, puedes tomar medicación para controlar los síntomas. Diferentes sprays y pastillas. Pero hay tratamientos que tratan la causa de raíz. Se llama inmunoterapia con alérgenos. Es la única manera de enseñar al cuerpo a no reaccionar a un alérgeno. Funciona como una especie de vacuna. Se administra en inyecciones o gotas bajo la lengua. El cuerpo se acostumbra poco a poco y deja de volverse loco. Pero, en general, el tratamiento de la alergia es una carrera de fondo, no un sprint corto y rápido. «Es un tratamiento a largo plazo. Dura de tres a cinco años», explica a EuroWeeklyNews Pilar Lara, conocida alergóloga de un hospital sevillano llamado Virgen Macarena.
Ser alérgico en España no es nada fácil. Pero se puede controlar. Siga las noticias sobre el polen y aproveche los tratamientos modernos. Lo principal es no ignorarlo y acudir al médico. Si sabe qué hacer, podrá tener sus alergias bajo control y llevar una vida normal.