Casi todos las tenemos en casa, pero muchos no nos damos cuenta de lo especiales que son. Todos comemos patatas, es una de las guarniciones más comunes. Algunas personas intentan dejarlas fuera de su dieta, temiendo el alto aporte calórico o de azúcar. Pero en realidad, las patatas son muy sanas, están llenas de vitaminas y minerales, y es buena idea incluirlas regularmente en la dieta.
Muchas dietas presentan las patatas como un alimento poco adecuado para perder peso o llevar un estilo de vida saludable. Este alimento no es el enemigo de nuestra búsqueda de una figura perfecta. Las investigaciones de los últimos años han demostrado lo contrario.
La patata es una hortaliza que puede aportar mucho a tu organismo en muchos aspectos. Gracias a su alto contenido en vitamina C, refuerzan el sistema inmunitario y favorecen la formación de colágeno. Contienen potasio, que regula la tensión arterial y favorece la función muscular y nerviosa, así como magnesio y hierro, importantes para la formación de la sangre y el sistema nervioso.
Además, los estudios también han confirmado en el pasado que las patatas favorecen significativamente la saciedad. En este sentido, las patatas hervidas han obtenido en las pruebas la puntuación más alta entre todas las guarniciones. Puede que algunas personas sólo coman carne y verduras en el almuerzo pensando que saltarse las patatas les ayudará a perder peso, pero no es así.
Si come una ración de patatas cocidas, ingerirá muchas menos calorías durante el día. Y eso es exactamente lo que la gente necesita cuando hace dieta. No pasar hambre, sino sentirse saciado de forma saludable y perder peso por ello.
Aunque algunos consideren que las patatas son un alimento extra innecesario en su dieta, en realidad son muy bajas en calorías. Una patata hervida o asada sin grasa sólo tiene unas 77 calorías por cada 100 gramos. Si además las cocinas con piel, conservan el máximo de fibra y vitaminas.
A menudo se afirma que las patatas son poco saludables por su alto contenido en azúcar. De hecho, tienen un índice glucémico de medio a bajo. Además, favorecen la salud de la microflora intestinal y ayudan a regular los niveles de azúcar en sangre gracias a su contenido en almidón resistente. Si dejas las patatas fuera de tu dieta durante mucho tiempo, tu cuerpo perderá azúcares saludables.
Por supuesto, hay que pensar en cómo se procesan las patatas. Las patatas fritas también son un producto de patata, pero suelen ser saladas, grasas, muy pesadas y calóricas. Incluye las patatas en tu dieta hervidas (idealmente con piel), asadas secas en el horno o prepara una ensalada de patatas con verduras sin mayonesa.